Los relatos históricos de México son muy variados e interesantes, y eso gracias a su rica historia. Por lo tanto, nos encomendamos la tarea de elegir el relato histórico de México en función de su repercusión e impacto en la población de la época.
2 Relatos Históricos de México (CORTOS)
La Derrota de los Vitalistas
En el continente americano, en el siglo XX nunca se dio un choque militar de las dimensiones de las batallas del Bajío en 1915. En esa región se enfrentaron los poderosos ejércitos revolucionarios de Pancho Villa y Álvaro Obregón, representando proyectos políticos distintos. Por lo tanto allí se decidió el rumbo de la revolución y el origen del nuevo Estado mexicano.
La guerra civil enfrentó a los partidarios de Venustiano Carranza, o constitucionalistas, contra los convencionistas comandados por Francisco Villa y Emiliano Zapata. Este conflicto emergió a finales de 1914, tras haber colaborado ambas fuerzas en la caída del antiguo régimen.
Estos ejércitos se enfrentaron para definir si la revolución debería ser solamente política o debería iniciar también la transformación social, empezando por la liquidación del latifundio.
Al final, la derrota de Villa llevó a la disolución de la División del Norte a finales de 1915, y el triunfo de Carranza coaguló en la Constitución de 1917.
¿Cuál era la situación político-militar de México en diciembre de 1914?
Es un lugar común en la historiografía de la Revolución decir que casi todas las ventajas estaban del lado convencionista.
¿Por qué?
Porque era dueño de un ejército mayor en número y recursos que el de los carrancistas, así como de casi todo el territorio nacional.
Por su parte, los convencionistas tenían algunos soldados más y mayor territorio bajo su control (prácticamente el resto del país, salvo Oaxaca, Michoacán y Baja California, dominados por grupos independientes o “neutrales”).
Eso les daba ventajas a los villistas en el corto plazo, siempre que actuaran con decisión. Pero éstas se desvanecían y revertían en el mediano plazo por varias razones más económicas que militares.
Debido a que los carrancistas eran dueños de las regiones que generaban mayores recursos vía el comercio internacional y la exportación de materias primas.
La Muerte del Doliente Hidalgo
La madrugada del 2 de enero de 1812 Félix María Calleja del Rey, capitán general del Ejército Realista, rodeó con sus hombres la Villa de Zitácurao. En ella se encontraba la Suprema Junta Nacional Americana, fundada el 19 de agoto de 1811 a convocatoria de Ignacio López Rayón.
El propósito formal de la Junta era fundar un órgano de gobierno para la nación mexicana. Ya que no reconocía la sujeción de la estructura virreinal novohispana por considerarla ilegitima y por lo tanto, una nación extranjera. La Junta se encargaría de encabezar y dirigir la insurgencia.
Esta enfrentaba una amenaza para el virrey Francisco Xavier Venegas, así que le ordenó a su mejor hombre y a su ejército que arrasaran la rebelde Villa y a la Junta.
A las 11 de la mañana de ese 2 de enero, las tropas realistas avanzaron sobre Zitácuaro, su superioridad en hombres y armas era abrumadora. Sin embargo, los fieles al virrey se enfrentaron a una resistencia más encarnizada de lo que esperaban.
Entre la tropa insurgente, llamaba la atención un pequeño batallón integrado en su mayoría por campesinos de la Tierra Caliente, de las Provincias de Michoacán y de México.
Conocidos comúnmente como “pintos”, que avanzaban cobijados por un extraño estandarte. El aspecto era rojo y negro, que en ambos lados presentaba símbolos muy peculiares.
En el frente, sobre un paño de lana roja en la parte superior, llevaba la leyenda “el doliente de Hidalgo”.
También una segunda leyenda que dice “De á 12” Como elemento principal, una cruz negra en cuyo centro se encuentra una calavera y detrás de ésta, dos tibias en forma de cruz. Se podía observar sobre la cruz negra un arco de guerra estilizado en forma horizontal y una flecha en vertical.
Esta estaba en posición de ser disparada, ambas en sarga de lana roja, y en el centro podemos ver una corona imperial con el anagrama de la virgen María bordada con hilo blanco, orlada, sostenida con ramas de laurel y más abajo aparece una inscripción que dice: “2a Ba”.
Por lo tanto, en esta cantidad de símbolos se han prestado a múltiples interpretaciones, pasando por masónicas, esotéricas y religiosas.
La misión del “regimiento de la muerte del Doliente Hidalgo”, creado por José María, era “Defender la rebelión y vengar la muerte de Miguel Hidalgo”.
Finalmente el estandarte tomado por Calleja al aplastar a los insurrectos en Zitácuaro sirvió como trofeo para los realistas. Hoy en día es uno de los tesoros que se exhiben en el salón de banderas del Castillo de Chapultepec.